lunes, 12 de abril de 2010

DELINCUENCIA JUVENIL… ¿A QUIEN CULPAMOS?

Roberto FLEISCHER-HARO

HERMOSILLO.-
El 16 de Julio de 1964, la policía de Oklahoma City recibió un soplo: esa noche una banda juvenil asaltaría un supermercado para apoderarse del dinero de la caja. Dos detectives, Bonnie F. Cravatt y Bill Rockley, fueron comisionados para vigilar el sitio. Por si las moscas…
Al atardecer, los dos detectives llegaron al Supermercado. Cravatt entra al lugar y se escondió en un sitio estratégico, Rackley se estacionó en la acera de enfrente reforzando la vigilancia.
Pasó más de una hora sin que nada anormal ocurriera, por fin anocheció.
Se prendieron los faroles del alumbrado público, las luces de los escaparates iluminaron el arroyo. Pronto las cortinas de los comercios serían Bajadas.
Repentinamente un automóvil Pontiac, guiado por una muchacha rubia se detuvo frente al Supermercado. Dos muchachos bajaron y se introdujeron al local con pasos rápidos. En sus manos brillaban sendas pistolas…
Cravett, que estaba alerta, salió de su escondrijo con su revolver listo y gritó a los muchachos: ¡Manos arriba! Están ustedes arrestados.
Todo había ocurrido en unos cuantos segundos. Rackley, desde la acera de enfrente no había notado nada sospechoso…
Al verse sorprendidos por Cravatt, los muchachos abrieron fuego, el detective contestó en el mismo lenguaje. Rackley, al escuchar la balacera, cruzó la calle corriendo. En su mano llevaba el revólver amartillado, listo para escupir balas…
Uno de los asaltantes logró salir corriendo y se introdujo en el coche, el otro lo seguía, pero antes de que ganara al auto, fue alcanzado por un tiro en una pierna, disparado por Rackley. A pesar de todo tuvo fuerzas para subir al Pontiac que arrancó a gran velocidad y se perdió en el tránsito de la gran avenida.
Cuando Rackley entró en el Supermercado, encontró a su compañero tirado en el suelo, muerto. En sus manos apretaba el revólver ya silenciado para siempre.
Rackley juró vengar a su camarada. Se puso en campaña para seguir la pista de los jóvenes gangsters y al día siguiente, en un Hospital de Shanne, a corta distancia de Oklahoma City, aprehendió a Herbie Franklin Fairria Jr. Llamado el “patito”. El muchacho estaba herido en una pierna…
Sujeto a proceso, el patito Fairris fue juzgado y condenado a muerte, a pesar de que se declaró inocente del crimen que se le imputaba.
Interrogado por la periodista, declaró “Me mandan a la Silla Eléctrica sólo porque soy sobrino de Raymond Hamilton y porque toda mi familia es por el estilo de mi tío Hamilton Raymond; pero soy inocente.
A partir de ese momento, el patito Fairris se convirtió en la figura central de una controversia que duró 18 meses. ¿Era o no culpable? ¿Merecía o no ser enviado a la Silla Eléctrica?
Los periodistas investigaron sus antecedentes familiares. Y exhumaron la historia de Raymond Hamilton, tío del muchacho. Cuando nació el patito, allá por los años treinta, Hamilton había sido uno de los más notorios gangsters de Texas. Su carrera de crímenes fue corta y rápida.
Al fin convicto por el asesinato de un guardia, fue condenado a muerte. Le llevaron a la cámara de la muerte y de allí pudo huir, gracias a un golpe de audacia. Recapturado poco tiempo después, Hamilton fue electrocutado.
El patito tenía entonces año y medio. Cuando apenas. Comenzaba a darse cuenta del mundo en que vivía, escuchaba como sus familiares hablaban con orgullo de aquel tío Hamilton que había sido el único que pudo escapar de la cámara de la muerte. Al fin le habían matado, pero era un héroe familiar. Y el patito creció. Su hogar, su escuela, su campo de juegos, fue la calle de un barrio pobre de la Ciudad en que nació. Allí junto con otros chicos de su edad, jugó al fútbol y a los gangsters y reclamaba un sitio de jefe, haciendo valer su calidad de sobrino de Raymond Hamilton, su héroe.
Después los periodistas ahondaron su investigación, extendiéndola a otros miembros de su familia. He aquí su record familiar: su padre, Herble Franklin Fairris Sr.- También le decían el patito, era un conocido ratero y asaltante. En aquella época estaba preso en París, ciudad del estado de Texas, purgando una condena por asalto a mano armada. Su madre, Margie Lee Zeglin, era una pelirroja de pelo en pecho. Digna hermana de Raymond Hamilton. Con ocho años de matrimonio se separa del padre de patito, casándose después con otro tipo de la misma ralea, Andy Robinson, de quien se cansó pronto.
No se separó de él, así, sencillamente. Lo asesinó. Y no fue descubierta. Volvió a casarse y cuando se cansó de su tercer marido lo eliminó alojándole varias balas en el cuerpo. Manejaba la pistola igual o mejor que la escoba. Mamá Margie era lo que en Estados Unidos llaman “Pistol Packing Mama”. Una verdadera ficha…
Pero esa no era toda la familia del patito… Su hermano Bethel Franklin Fairris también era conocido como ratero y asaltante y estaba purgando una condena de 10 años por robo. Y para cerrar con broche de oro, los periódicos ofrecieron la historia de otro de los tíos del patito: Iwan Fairris, otro tío: el angelito era un criminal nato y estaba en la cárcel condenado a…cadena perpetua.
El pueblo se interesó en aquel muchacho, que a pesar de sus protestas de inocencia, había sido condenado a muerte. Gentes de todas las clases sociales salieron en defensa del Patito Fairris cuyo único crimen-según-se decía-era ser miembro de la distinguida familia de gangsters cuyas fichas fueron ofrecidas a la publicidad.
Personajes eminentes de Oklahoma entre ellas Sacerdotes y Sociólogos, interrogados sobre el caso, declararon: “Herbie Franklin Fairris Jr. Llamado El patito, sólo es un muchacho que nunca tuvo una oportunidad. Para exculparse basta revisar sus antecedentes de familia”.
La controversia duró dieciocho meses., varias veces se pospuso la fecha de ejecución, gracias a los recursos legales empleados por los abogados interesados en la defensa. Pero al fin la fecha de la ejecución fue inminente. De todo el Estado de Oklahoma llegaron mensajes al Gobernador Gary, pidiendo el indulto. El Gobernador no lo concedió. Los padres de este muchacho-declaró a los periodistas-serán los únicos culpables de su muerte en la silla eléctrica. Y la sentencia se cumplió… El día 18 de Enero de 1956, a las 12.09 Am…
Herbie Franklin Fairris Jr., el patito. Fue electrocutado. Antes de morir legó sus ojos a un ciego para que recobrara la vista, gracias a una operación. Fue el único acto generoso de su vida corta, pero valiente. Por sus propios pasos, Herbie se dirigió hasta la cámara de la muerte, al parecer sin ninguna emoción. No pidió clemencia. No lloró. No tembló ante la vista del infernal aparato de ejecución, con pasos firmes llegó hasta la silla eléctrica y tomó asiento, como si fuera a presenciar una función de cine. Antes de que se aplicara la corriente, dijo al verdugo: “Dame un cigarro para el camino, muchacho”. Y hasta el último instante, siguió asegurando que era inocente.
Ningún miembro de su familia estuvo cerca de él a la hora de su muerte. Tampoco habían estado a su lado durante su corta vida… Había crecido, como una alimaña en un barrio bajo de los Estados Unidos…Desde niño había sido valiente, feroz, rebelde…Pero ¿Era culpable? ¿O los verdaderos culpables fueron sus padres, sus parientes, la sociedad en que vivió, que no le ofreció una oportunidad? Este es un caso entre miles. Es un problema social actual.
Y lo mismo ocurre en los Estados Unidos, en Europa, en Asia o en México. ¡Sí en México. Basta hojear los archivos del Tribunal para Menores, para encontrar otros casos dramáticos, tan aterradores como el del Patito Fairris. Recuerde Usted, “Los olvidados”, el film de Luis Buñuel! Su argumento fue tomado de los expedientes del TRIBUNAL PARA MENORES.
Muchachos delincuentes. Jóvenes hampones. Son cientos…Miles…cientos de miles, regados por todos los rincones del planeta. Muchos acabarán sus días en el cadalso… otros morirán en la horca, en la silla eléctrica… ¿Y QUIENES SON LOS CULPABLES?
Tomado de la Revista Policía Internacional.

ROBERTO FLEISCHER HARO
EGRESADO DE LA IV GENERACIÓN DE LA ESCUELA DE POLICÍA
REGISTRO NACIONAL DE SEGURIDAD FEHR440205H26223583
E-MAIL RFLEISCHER_44@HOTMAIL.COM