* Por Ejecución de José Martín Obeso Beltrán
* Internados desde el Pasado Jueves Santo en el Cereso Uno de la Capital Sonorense
Alfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Como resultado del juicio de amparo que interpusieran los nueve agentes de la desaparecida Agencia Federal de Investigación, ahora Policía Federal Ministerial, contra el auto de formal prisión dictado en su contra por el Juzgado Octavo de Distrito con sede en Ciudad Obregón por los delitos de homicidio calificado y desaparición forzoza de persona perpetrados en agravio de José Martín Obeso Beltrán, en hechos ocurridos en Cajeme, se les dictó absolución total y la tarde del jueves abandonaron el reclusorio estatal.
Como se publicó oportunamente, a partir de los primeros minutos del pasado Jueves Santo fueron internados el Cereso Uno, trasladados desde el Centro Nacional de Arraigos de la PGR en el Distrito Federal, los agentes Carlos Ambrosio López Reyna (quien fungía como el jefe de la subsede de la AFI en Ciudad Obregón), Erick Rafael Jacinto Zavaleta, Irán Abdul Bismarck Armenta Soto, Aída Adelina Grijalva Meza, José Leonel Fernández Real y Jesús Ildefonso Galán Chávez.
Asimismo, también quedaron sujetos a proceso por la misma causa, los oficiales de la Base de Intercepción Aérea en Cajeme; Ricardo Alejandro Fernández Romero, Genaro Guadalupe Granados Juárez y Lázaro Alán Hawley González;
Mientras que los agentes de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Cajeme, que se encontraban comisionados a la PGR en aquella municipalidad: Guillermo Medina Méndivil, Raúl Ruiz Urías y Carlos Valencia Valenzuela, fueron absueltos de alguna responsabilidad en los crímenes señalados, a pesar de que en su momento fueron señalados como los que “pusieron” al ahora occiso ante los federales, cuando supuestamente trasladaba una tonelada de mariguana a bordo de un pequeño pick-up, de plataforma, de cuya droga no se informó nada oficialmente.
ANTECEDENTES DEL CASO
Como se publicó en su oportunidad, a los mencionados se les dictó el auto de arraigo domiciliario 70/2009-II, autorizado por el Juzgado Tercero Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervenciones de Comunicaciones con sede en la Ciudad de México, por su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos de homicidio y privación ilegal de la libertad en agravio de quien en vida respondiera al nombre de José Martín Obeso Beltrán.
De la misma forma, el portavoz de la PGR en aquella fecha indicó que la medida antes citada fue necesaria con motivo de la integración de la averiguación previa AP/PGR/SON/OBR-III/107/2009 y su acumulada AP/PGR/SON/OBR-I/110/2009, iniciadas, la primera por el delito de homicidio de Jesús Martínez Zavala, elemento de la AFI, ocurrido el 24 de febrero en las oficinas de la Subdelegación de Procedimientos Penales con sede en ciudad Obregón, y la segunda, por el delito de privación ilegal de la libertad y homicidio por la posterior muerte de José Martín Obeso Beltrán.
Aunque sobre el homicidio del agente AFI, Jesús Martínez Zavala, al parecer se comprobó que efectivamente se suicidó con el arma de cargo, sin que hubiera participación de terceras personas.
Mientras que el cadáver de un presunto ejecutado por elementos de la Agencia Federal de Investigación, identificado como quien en vida llevara el nombre de José Martín Obeso Beltrán, de 40 años, fue localizado en avanzado grado de putrefacción a las 11:40 horas del pasado viernes 27 de febrero, apreciándosele el “tiro de gracia” en la cabeza, además de visibles huellas de tortura, por cuyo motivo la noche del 24 del mismo mes se suicidó el agente AFI, Jesús Martínez Zavala, dentro de las instalaciones de la PGR en Cajeme.
El mencionado hallazgo del ejecutado fue reportado por la Policía Estatal Investigadora de Sonora, como a unos veinte metros del camino de terracería, contiguo a la presa El Bachoco, rumbo a la vieja rúa a Tesopaco, cuyos familiares denunciaron que el hoy acaecido violentamente había sido “detenido” por agentes federales, procediéndose por parte del MPF a su arraigo domiciliario, el cual se llevó a cabo en la capital del país, de donde los regresaron a Sonora en calidad de reos sujetos a proceso.
En cuanto a José Martín Obeso Beltrán, éste fue “levantado” de su domicilio en el rancho denominado “Corrales San Gilberto”, cerca de San José de Bácum, por cuando menos una parte de los agentes de la AFI y sus “madrinas”, entre quiénes se encontraba Jesús Martínez Zavala, el pasado 19 de febrero, supuestamente por “órdenes” del crimen organizado, para quien trabajaban.
Posteriormente los “federales” enfilaron rumbo a la presa mencionada, donde sometieron a Obeso Beltrán a una serie de torturas a base de golpes con objetos, como las culatas de las metralletas, entre otras, hasta dejarlo casi exánime, para luego rematarlo con el balazo en la cabeza, aparentemente con una escuadra Pietro Beretta, calibre 9 mm, la cual era el arma de cargo de Martínez Zavala, por lo que a causa del “levantón” sus familiares interpusieron la denuncia correspondiente, misma que era investigada por el MPF.
El informante añadió que dicha investigación sobre los posibles nexos que pudieran haber tenido los elementos de la PGR se basa en las testimoniales de varias personas que vieron cuando un grupo de sujetos armados y con vestimentas de la AFI “levantaron” a Obeso Beltrán, sin que ya no volviera a vérsele con vida, por lo que al recabarse elementos incriminatorios por parte del representante social federal, se les consignó sin detenido, ejecutándoseles posteriormente la orden de aprehensión, para que al finalizar el término constitucional se les dictara el auto de formal prisión, para que en dado caso de ser encontrados culpables podrían alcanzar una condena de hasta 50 años de prisión ordinaria, lo cual no se llevó a cabo al ampararlos y protegerlos la Justicia Federal, añadió el informante.
* Internados desde el Pasado Jueves Santo en el Cereso Uno de la Capital Sonorense
Alfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Como resultado del juicio de amparo que interpusieran los nueve agentes de la desaparecida Agencia Federal de Investigación, ahora Policía Federal Ministerial, contra el auto de formal prisión dictado en su contra por el Juzgado Octavo de Distrito con sede en Ciudad Obregón por los delitos de homicidio calificado y desaparición forzoza de persona perpetrados en agravio de José Martín Obeso Beltrán, en hechos ocurridos en Cajeme, se les dictó absolución total y la tarde del jueves abandonaron el reclusorio estatal.
Como se publicó oportunamente, a partir de los primeros minutos del pasado Jueves Santo fueron internados el Cereso Uno, trasladados desde el Centro Nacional de Arraigos de la PGR en el Distrito Federal, los agentes Carlos Ambrosio López Reyna (quien fungía como el jefe de la subsede de la AFI en Ciudad Obregón), Erick Rafael Jacinto Zavaleta, Irán Abdul Bismarck Armenta Soto, Aída Adelina Grijalva Meza, José Leonel Fernández Real y Jesús Ildefonso Galán Chávez.
Asimismo, también quedaron sujetos a proceso por la misma causa, los oficiales de la Base de Intercepción Aérea en Cajeme; Ricardo Alejandro Fernández Romero, Genaro Guadalupe Granados Juárez y Lázaro Alán Hawley González;
Mientras que los agentes de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Cajeme, que se encontraban comisionados a la PGR en aquella municipalidad: Guillermo Medina Méndivil, Raúl Ruiz Urías y Carlos Valencia Valenzuela, fueron absueltos de alguna responsabilidad en los crímenes señalados, a pesar de que en su momento fueron señalados como los que “pusieron” al ahora occiso ante los federales, cuando supuestamente trasladaba una tonelada de mariguana a bordo de un pequeño pick-up, de plataforma, de cuya droga no se informó nada oficialmente.
ANTECEDENTES DEL CASO
Como se publicó en su oportunidad, a los mencionados se les dictó el auto de arraigo domiciliario 70/2009-II, autorizado por el Juzgado Tercero Federal Penal Especializado en Cateos, Arraigos e Intervenciones de Comunicaciones con sede en la Ciudad de México, por su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos de homicidio y privación ilegal de la libertad en agravio de quien en vida respondiera al nombre de José Martín Obeso Beltrán.
De la misma forma, el portavoz de la PGR en aquella fecha indicó que la medida antes citada fue necesaria con motivo de la integración de la averiguación previa AP/PGR/SON/OBR-III/107/2009 y su acumulada AP/PGR/SON/OBR-I/110/2009, iniciadas, la primera por el delito de homicidio de Jesús Martínez Zavala, elemento de la AFI, ocurrido el 24 de febrero en las oficinas de la Subdelegación de Procedimientos Penales con sede en ciudad Obregón, y la segunda, por el delito de privación ilegal de la libertad y homicidio por la posterior muerte de José Martín Obeso Beltrán.
Aunque sobre el homicidio del agente AFI, Jesús Martínez Zavala, al parecer se comprobó que efectivamente se suicidó con el arma de cargo, sin que hubiera participación de terceras personas.
Mientras que el cadáver de un presunto ejecutado por elementos de la Agencia Federal de Investigación, identificado como quien en vida llevara el nombre de José Martín Obeso Beltrán, de 40 años, fue localizado en avanzado grado de putrefacción a las 11:40 horas del pasado viernes 27 de febrero, apreciándosele el “tiro de gracia” en la cabeza, además de visibles huellas de tortura, por cuyo motivo la noche del 24 del mismo mes se suicidó el agente AFI, Jesús Martínez Zavala, dentro de las instalaciones de la PGR en Cajeme.
El mencionado hallazgo del ejecutado fue reportado por la Policía Estatal Investigadora de Sonora, como a unos veinte metros del camino de terracería, contiguo a la presa El Bachoco, rumbo a la vieja rúa a Tesopaco, cuyos familiares denunciaron que el hoy acaecido violentamente había sido “detenido” por agentes federales, procediéndose por parte del MPF a su arraigo domiciliario, el cual se llevó a cabo en la capital del país, de donde los regresaron a Sonora en calidad de reos sujetos a proceso.
En cuanto a José Martín Obeso Beltrán, éste fue “levantado” de su domicilio en el rancho denominado “Corrales San Gilberto”, cerca de San José de Bácum, por cuando menos una parte de los agentes de la AFI y sus “madrinas”, entre quiénes se encontraba Jesús Martínez Zavala, el pasado 19 de febrero, supuestamente por “órdenes” del crimen organizado, para quien trabajaban.
Posteriormente los “federales” enfilaron rumbo a la presa mencionada, donde sometieron a Obeso Beltrán a una serie de torturas a base de golpes con objetos, como las culatas de las metralletas, entre otras, hasta dejarlo casi exánime, para luego rematarlo con el balazo en la cabeza, aparentemente con una escuadra Pietro Beretta, calibre 9 mm, la cual era el arma de cargo de Martínez Zavala, por lo que a causa del “levantón” sus familiares interpusieron la denuncia correspondiente, misma que era investigada por el MPF.
El informante añadió que dicha investigación sobre los posibles nexos que pudieran haber tenido los elementos de la PGR se basa en las testimoniales de varias personas que vieron cuando un grupo de sujetos armados y con vestimentas de la AFI “levantaron” a Obeso Beltrán, sin que ya no volviera a vérsele con vida, por lo que al recabarse elementos incriminatorios por parte del representante social federal, se les consignó sin detenido, ejecutándoseles posteriormente la orden de aprehensión, para que al finalizar el término constitucional se les dictara el auto de formal prisión, para que en dado caso de ser encontrados culpables podrían alcanzar una condena de hasta 50 años de prisión ordinaria, lo cual no se llevó a cabo al ampararlos y protegerlos la Justicia Federal, añadió el informante.