Alfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Con un balazo en la bóveda palatina, con dirección a la región frontoparietal, en cuya masa encefálica quedó alojado el proyectil, resultó Francisco Guadalupe Carrera Mendoza, de 20 años, como resultado de dispararse con un rifle calibre .22 al enterare que recién se había muerto su abuelo, manifestó el comandante Rivelino Mendoza Ruiz.
El jefe de la corporación hermosillense indicó que según versión de Jorge Carrera Castillo, padre del ahora lesionado, poco antes de las tres de la tarde del pasado martes se encontraban en la sala de su casa en el rancho “Las Tres Glorias”, ubicado en el kilómetro 23.2 de la calle 26, y luego tres mil metros al norte, Costa de Hermosillo, acompañados de su sobrina Reyna Gil Mendoza y su hija Karina Carrera Mendoza, ambas de quince años, cuando les comunicaron que se acababa de morir el abuelo.
Inmediatamente después el ahora lesionado salió al patio, escuchándose enseguida un disparo de arma de fuego, lo cual motivó que saliera a ver que había sucedido, encontrándosele tirado en el suelo con la cara llena de sangre, por lo que al ver lo acontecido, el señor Jorge Carrera lo subió a su vehículo, trasladándolo a esta ciudad, pero una de las muchachas alcanzó a pedir el apoyo de la Cruz Roja, auxiliándolo al llegar a la calle 26, de donde lo llevaron al hospital privado Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA).
Posteriormente el encargado de turno se trasladó al predio, donde recogió el rifle Springfield, calibre .22, modelo 87-A, serie 10256; mientras que en el nosocomio personal de servicios periciales de la PGJE le encontró una carta póstuma en uno de los bolsillos del pantalón que vestía Francisco Guadalupe, negándose a proporcionar el contenido, diagnosticándosele en extrema gravedad, temiéndose un fatal desenlace de un momento a otro, añadió.
HERMOSILLO.- Con un balazo en la bóveda palatina, con dirección a la región frontoparietal, en cuya masa encefálica quedó alojado el proyectil, resultó Francisco Guadalupe Carrera Mendoza, de 20 años, como resultado de dispararse con un rifle calibre .22 al enterare que recién se había muerto su abuelo, manifestó el comandante Rivelino Mendoza Ruiz.
El jefe de la corporación hermosillense indicó que según versión de Jorge Carrera Castillo, padre del ahora lesionado, poco antes de las tres de la tarde del pasado martes se encontraban en la sala de su casa en el rancho “Las Tres Glorias”, ubicado en el kilómetro 23.2 de la calle 26, y luego tres mil metros al norte, Costa de Hermosillo, acompañados de su sobrina Reyna Gil Mendoza y su hija Karina Carrera Mendoza, ambas de quince años, cuando les comunicaron que se acababa de morir el abuelo.
Inmediatamente después el ahora lesionado salió al patio, escuchándose enseguida un disparo de arma de fuego, lo cual motivó que saliera a ver que había sucedido, encontrándosele tirado en el suelo con la cara llena de sangre, por lo que al ver lo acontecido, el señor Jorge Carrera lo subió a su vehículo, trasladándolo a esta ciudad, pero una de las muchachas alcanzó a pedir el apoyo de la Cruz Roja, auxiliándolo al llegar a la calle 26, de donde lo llevaron al hospital privado Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA).
Posteriormente el encargado de turno se trasladó al predio, donde recogió el rifle Springfield, calibre .22, modelo 87-A, serie 10256; mientras que en el nosocomio personal de servicios periciales de la PGJE le encontró una carta póstuma en uno de los bolsillos del pantalón que vestía Francisco Guadalupe, negándose a proporcionar el contenido, diagnosticándosele en extrema gravedad, temiéndose un fatal desenlace de un momento a otro, añadió.