* UNIÓN DE PEQUEÑOS APICULTORES
El SOL DE SINALOA/Sixto Román
CULIACAN.- En el sector apícola de Sinaloa, al igual que lo que ocurre con Procampo, sólo se le han otorgado migajas a los pequeños apicultores y por su diseño, se ha concedido más dinero a los más ricos, e incluso a criadores de abejas que son hermanos de alcaldes, que ni siquiera tienen abejas, por lo que urge un replanteamiento del programa.
La Unión Estatal de Pequeños Apicultores, en voz de su presidente, Ernesto López Lachica, explicó que Procampo fue un programa impuesto por el ex presidente, Carlos Salinas de Gortari, como recomendación de los organismos financieros internacionales, pero sólo sirvió para “administrar la pobreza” y ahora ha hecho crisis, por eso es necesario un replanteamiento de las propuestas de desarrollo rural para el país y en Sinaloa, hace falta un rediseño de la política apícola.
Estamos de acuerdo con el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar, cuando dice que todo gobierno que se precie de tener una visión moderna y correcta de su agricultura, en primer lugar tiene que distinguir con claridad los subsidios y los apoyos compensatorios para combatir la pobreza.
“Sabemos que Procampo no es un programa para combatir estructuralmente la escasez económica, pero tampoco se han reducido de manera importante las asimetrías con los competidores apícolas de Estados Unidos o Canada, que impulsen la productividad y la competitividad del sector apícola de Sinaloa. Y estamos de acuerdo, Procampo sí ha capitalizado y ha servido, pero a los intereses de unos cuantos que operan políticamente con el programa, pero al pueblo hambriento de un trabajo honesto, lo han dejado mayormente fuera”, comentó.
Ejemplificó con que nomás es cuestión de revisar los apoyos de los últimos años y se verá quiénes son los beneficiarios y las ligas que mantienen.
“Las abejas no son políticas. La apicultura no es política. Si se trata de sacar adelante a la gente, creo que a los pequeños apicultores, mucho les han quedado a deber”, exoresó.
Pidió a las autoridades federales y estatales replantear la política agropecuaria, más que desaparecer al Procampo, a fin de que los recursos se destinen a la modernización del sector rural y garantizar un impacto positivo en la productividad.
En la parte productiva, puntualizó que las políticas deberán enfocarse a generar infraestructura y llevar tecnología e innovación al campo, capacitación y un mayor acceso de los pequeños apicultores a los mercados.
“Ojalá que los nuevos legisladores sinaloenses sean capaces de formular leyes que compongan este asunto, porque no se trata únicamente de aportar recursos para la apicultura, sino de vigilar que lleguen a donde deben”, concluyó.
El SOL DE SINALOA/Sixto Román
CULIACAN.- En el sector apícola de Sinaloa, al igual que lo que ocurre con Procampo, sólo se le han otorgado migajas a los pequeños apicultores y por su diseño, se ha concedido más dinero a los más ricos, e incluso a criadores de abejas que son hermanos de alcaldes, que ni siquiera tienen abejas, por lo que urge un replanteamiento del programa.
La Unión Estatal de Pequeños Apicultores, en voz de su presidente, Ernesto López Lachica, explicó que Procampo fue un programa impuesto por el ex presidente, Carlos Salinas de Gortari, como recomendación de los organismos financieros internacionales, pero sólo sirvió para “administrar la pobreza” y ahora ha hecho crisis, por eso es necesario un replanteamiento de las propuestas de desarrollo rural para el país y en Sinaloa, hace falta un rediseño de la política apícola.
Estamos de acuerdo con el gobernador de Sinaloa, Jesús Aguilar, cuando dice que todo gobierno que se precie de tener una visión moderna y correcta de su agricultura, en primer lugar tiene que distinguir con claridad los subsidios y los apoyos compensatorios para combatir la pobreza.
“Sabemos que Procampo no es un programa para combatir estructuralmente la escasez económica, pero tampoco se han reducido de manera importante las asimetrías con los competidores apícolas de Estados Unidos o Canada, que impulsen la productividad y la competitividad del sector apícola de Sinaloa. Y estamos de acuerdo, Procampo sí ha capitalizado y ha servido, pero a los intereses de unos cuantos que operan políticamente con el programa, pero al pueblo hambriento de un trabajo honesto, lo han dejado mayormente fuera”, comentó.
Ejemplificó con que nomás es cuestión de revisar los apoyos de los últimos años y se verá quiénes son los beneficiarios y las ligas que mantienen.
“Las abejas no son políticas. La apicultura no es política. Si se trata de sacar adelante a la gente, creo que a los pequeños apicultores, mucho les han quedado a deber”, exoresó.
Pidió a las autoridades federales y estatales replantear la política agropecuaria, más que desaparecer al Procampo, a fin de que los recursos se destinen a la modernización del sector rural y garantizar un impacto positivo en la productividad.
En la parte productiva, puntualizó que las políticas deberán enfocarse a generar infraestructura y llevar tecnología e innovación al campo, capacitación y un mayor acceso de los pequeños apicultores a los mercados.
“Ojalá que los nuevos legisladores sinaloenses sean capaces de formular leyes que compongan este asunto, porque no se trata únicamente de aportar recursos para la apicultura, sino de vigilar que lleguen a donde deben”, concluyó.