jueves, 29 de octubre de 2009

Abastero del Mercado Acusó a Cuatro Agentes PEIS de Extorsionarlo por Narcomenudismo

Alfonso CAMPOS-RUBIO

HERMOSILLO.- Eduardo Contreras Córdova, trabajador del Mercado de Abastos “Francisco I. Madero”, ubicado por el boulevard Solidaridad, colonia Alvaro Obregón, aseveró ser víctima de extorsión por parte de cuatro agentes de la Policía Estatal Investigadora de Sonora, quiénes lo acusan de ser narcomenudista.
Asimismo, el reportante afirmó que los mencionados elementos le exigen cien mil pesos para dejarlo vender drogas sin ningún problema, de lo cual dijo ser ajeno.
De la misma forma indicó que ya en dos ocasiones ha sido interceptado por los agentes estatales, quiénes se movilizan en un viejo pick-up, blanco, sin placas, ni logotipos de la corporación, en cuya unidad lo han llevado a las instalaciones ubicadas en el boulevard Jesús García Morales, donde ha permanecido por varias horas, esposado e incomunicado.
Contreras Córdova afirmó que hace como un mes fue detenido por primera vez, y el viernes pasado los mencionados le cerraron el paso cuando se desplazaba a bordo de vehículo y lo subieron a la “patrulla” ya descrita.
Detalló que esta vez también lo llevaron a las instalaciones de la PEI y lo mantuvieron esposado y desnudo en lo que parecía ser un dormitorio.
Indicó que en las dos ocasiones ha temido por su integridad física y la de su esposa, ya que los policías han insistido en que les entregue 100 mil pesos para dejarlo “trabajar”, y se han molestado cuando les dice que no es “tirador” de drogas y no tiene dinero para darles la cantidad que piden.
Aseguró que el viernes, durante las cinco horas que lo mantuvieron incomunicado, uno de los agentes le dijo que su comandante ya estaba enterado que se dedicaba a la venta de drogas y tenía que entregar el dinero que le exigían ya que de lo contrario le iban a cargar el carro con droga para mandarlo a la penitenciaria.
Dijo que los representantes de la ley le propusieron entregar primero 50 mil pesos en efectivo y que luego ellos lo iban a buscar para que entregara el resto, advirtiéndole de nuevo que se “pusiera” ya que si se negaba le iba ir mal.
Externó que ante tal situación acudió a la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) a denunciar lo sucedido y para identificar a los policías por medio del álbum de fotos, pero le negaron observar el libro con el argumento de que no estaba actualizado, lo cual consideró como una medida de “protección” a tales agentes.