
ROBERTO FLEISCHER-HARO
HERMOSILLO.- Me es grato en estas líneas hacer un reconocimiento póstumo a quien en 1924, logró ver convertido en realidad el sueño de su vida sentando plaza como Gendarme # 12 de crucero en las Fuerzas de Seguridad Pública de Tampico, Tamaulipas, al Oficial MANUEL VAZQUEZ G, quien fue luchador incansable contra las causas que generan el delito.
Mismo a quien las corporaciones policíacas de la Nación y del extranjero debemos a sus ideales y tesón, el haberse constituido el dos de Enero de 1928 inicialmente como día del “Gendarme”, posteriormente como del “Policía” y hoy en día como del “Policía Internacional”, para rendir tributo a los compañeros comprometidos con su vocación y a la memoria de los caídos en el cumplimiento del deber.
Después de su fallecimiento en 1987 de tan Ilustre defensor de los derechos humanos del policía, los intereses y la integridad física de la sociedad, su hijo el Arquitecto Manuel Vázquez Arellano, tomó la responsabilidad de seguir con tan noble tarea de honrar con los ideales de su entrañable padre, formando la revista Policía Internacional en su memoria, como baluarte de todos los defensores de la sociedad.
Reafirmando que no son las líneas divisorias del derecho internacional, las que nos separan, las que nos dividen, sino el sitio preciso dónde las policías de todo el mundo nos damos el efusivo, el fraterno y el ferveroso abrazo de la hermandad policíaca Internacional.
Dicen que hay una Ley escondida, que reparte misteriosamente los privilegios y las excelencias.
Una Ley esotérica (misteriosa) que se digna otorgar el privilegio de los privilegiados.
Una Ley que otorga el bien de los bienes, la prerrogativa de las prerrogativas. Y esta Ley misteriosa, oculta enquistada en las entrañas, en la conciencia, en el espíritu del heroico y abnegado policía, es… Dar.
Dar lo mejor de sí, para apuntalar la tranquilidad del género humano, de las mujeres, de los ancianos, de los niños, que son el compendio y esencia de la tierra.
Dar su sosiego hogareño, renunciando a la tranquilidad de sus hijos, de su esposa, de sus familiares.
El dos de Enero “Día del Policía Internacional”, es un homenaje de valides universal, que procura inculcar a los policías el amor, el cariño y la vocación hacia la institución policíaca, desarrollar en el corazón de cada policía, los sentimientos de abnegación de entereza y fortaleza moral en las tormentas sociales, agigantando su figura absorbidas en batallas contra los eternos enemigos del orden social, destellando lealtad y amargas experiencias aun sacrificando sus deberes y obligaciones para sus hogares.
Un homenaje que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones e intereses personales, uniendo a todos los policías por fuertes lazos de solidaridad, y confundirlos en un tierno afecto de mutua correspondencia, y así ejercer en su más positiva y bella realidad, la hermandad policíaca Internacional.
Procurar en fin, mejorar su condición en todos sus órdenes y dignificarla por todos los medios posibles. Llegando a la conclusión de que las celebraciones del “Día del Policía Internacional” no son sectarias religiosas o políticas. No son una corporación de ninguna índole, no es una academia, se trata de una reunión anual que nos junte en una sola familia a todos los policías del mundo, bajo la bandera de la igualdad gremial, de la amistad fraterna, y que tiene como único fin, el ejercicio de la igualdad y la conjunción espiritual, sin distingos de religiones, nacionalidades ni idiomas, al solo conjuro de la hermandad policíaca internacional.
Y para todos aquellos que se nos anticiparon al viaje sin regreso, suplico un minuto de reverente silencio.
Roberto Fleischer Haro
Egresado de la IV generación de la Escuela de Policía
Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583
EMail: rfleischer_44@hotmail.com
Mismo a quien las corporaciones policíacas de la Nación y del extranjero debemos a sus ideales y tesón, el haberse constituido el dos de Enero de 1928 inicialmente como día del “Gendarme”, posteriormente como del “Policía” y hoy en día como del “Policía Internacional”, para rendir tributo a los compañeros comprometidos con su vocación y a la memoria de los caídos en el cumplimiento del deber.
Después de su fallecimiento en 1987 de tan Ilustre defensor de los derechos humanos del policía, los intereses y la integridad física de la sociedad, su hijo el Arquitecto Manuel Vázquez Arellano, tomó la responsabilidad de seguir con tan noble tarea de honrar con los ideales de su entrañable padre, formando la revista Policía Internacional en su memoria, como baluarte de todos los defensores de la sociedad.
Reafirmando que no son las líneas divisorias del derecho internacional, las que nos separan, las que nos dividen, sino el sitio preciso dónde las policías de todo el mundo nos damos el efusivo, el fraterno y el ferveroso abrazo de la hermandad policíaca Internacional.
Dicen que hay una Ley escondida, que reparte misteriosamente los privilegios y las excelencias.
Una Ley esotérica (misteriosa) que se digna otorgar el privilegio de los privilegiados.
Una Ley que otorga el bien de los bienes, la prerrogativa de las prerrogativas. Y esta Ley misteriosa, oculta enquistada en las entrañas, en la conciencia, en el espíritu del heroico y abnegado policía, es… Dar.
Dar lo mejor de sí, para apuntalar la tranquilidad del género humano, de las mujeres, de los ancianos, de los niños, que son el compendio y esencia de la tierra.
Dar su sosiego hogareño, renunciando a la tranquilidad de sus hijos, de su esposa, de sus familiares.
El dos de Enero “Día del Policía Internacional”, es un homenaje de valides universal, que procura inculcar a los policías el amor, el cariño y la vocación hacia la institución policíaca, desarrollar en el corazón de cada policía, los sentimientos de abnegación de entereza y fortaleza moral en las tormentas sociales, agigantando su figura absorbidas en batallas contra los eternos enemigos del orden social, destellando lealtad y amargas experiencias aun sacrificando sus deberes y obligaciones para sus hogares.
Un homenaje que tiende a extinguir los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones e intereses personales, uniendo a todos los policías por fuertes lazos de solidaridad, y confundirlos en un tierno afecto de mutua correspondencia, y así ejercer en su más positiva y bella realidad, la hermandad policíaca Internacional.
Procurar en fin, mejorar su condición en todos sus órdenes y dignificarla por todos los medios posibles. Llegando a la conclusión de que las celebraciones del “Día del Policía Internacional” no son sectarias religiosas o políticas. No son una corporación de ninguna índole, no es una academia, se trata de una reunión anual que nos junte en una sola familia a todos los policías del mundo, bajo la bandera de la igualdad gremial, de la amistad fraterna, y que tiene como único fin, el ejercicio de la igualdad y la conjunción espiritual, sin distingos de religiones, nacionalidades ni idiomas, al solo conjuro de la hermandad policíaca internacional.
Y para todos aquellos que se nos anticiparon al viaje sin regreso, suplico un minuto de reverente silencio.
Roberto Fleischer Haro
Egresado de la IV generación de la Escuela de Policía
Registro Nacional de Seguridad FEHR440205H26223583
EMail: rfleischer_44@hotmail.com