martes, 20 de abril de 2010

Ejecutan en Guaymas a Residente de Phoenix que Viajaba con su Familia a Navojoa

Alfonso CAMPOS-RUBIO

HERMOSILLO.- De nueva cuenta y ante le ineficiente vigilancia de las carreteras nacionales por parte de la Policía Federal Preventivas, la ola de violencia relacionada con el crimen organizando volvió a alcanzar la región de Guaymas, donde alrededor de las 12:30 horas del pasado domingo en el kilómetro 136.4 de la Cuatro Carriles, sicarios al servicio del crimen organizado ejecutaron con ráfagas de metralletas a Héctor Gutiérrez Manzo, de 36 años, quien acompañado de su familia viajaba de Phoenix a su natal Navojoa, sin que las autoridades investigadoras contaran con pistas para la detención de los responsables.
Lo anterior, indicó una fuente, se registró en la curva conocida como “La Escondida”, cerca del poblado “Santa Clara”, al norte del vecino puerto, donde al volante del Dodge Ram, “pick-up”, blanco, placas AFB-8385 (Arizona), viajaba el ahora occiso, acompañado de su madre Antonia Manzo Ríos, una hermana y su pequeño hijo Héctor Gutiérrez Palacio, éste de 14 años.
En esos momentos, el acaecido manifestó a sus familiares que accesaría a la carretera de libramiento Guaymas-Empalme, para ahorrar tiempo, pero minutos después el pequeño vástago refirió que le dolía fuertemente uno de los oídos, por lo que madre le recomendó que mejor entrara a la ciudad para buscar auxilio médico.
Para que enseguida se les emparejara un Volkswagen “Bora”, blanco, de modelo reciente, desde cuya cabina le dispararon varias ráfagas con “cuerno de chivo”, lesionándolo de consideración, lo que motivó que perdiera el control de la unidad, para bajar abruptamente de la carpeta asfáltica y tras derribar un cerco internarse algunos metros en un terreno rural, donde el vehículo quedó embancado, por lo que los gatilleros tras detener la marcha bajaron dos de ellos, dirigiéndose hasta dicho vehículo, donde remataron al mencionado, en cuya refriega uno de los proyectiles impactó la pierna izquierda del junior, por cuyo motivo fue llevado a un nosocomio de Guaymas, reportándosele fuera de peligro.
Inmediatamente después, en vez de andar en busca de los responsables, en el lugar de la ejecución se dieron cita gran cantidad de elementos de la Secretaría de Marina Armada de México, PEIS, PFP y agentes municipales, quiénes como ocurre en este tipo de casos, mostraron su bravura para tratar de impedir el trabajo de los reporteros, mientras que los gatilleros a sueldo escapaban tranquilamente sin ningún temor a este tipo de autoridades.