martes, 11 de mayo de 2010

HOJAS SUELTAS

Debilita PAN a Malova

Alejandro OLÁIS-OLIVAS

CULIACAN.-
Acosado por su estructura estatal, reacia a aceptar una segunda imposición seguida, lo cual implicaría desbandada fatal de cara a los comicios del 4 de julio, el ejecutivo nacional del partido Acción Nacional debilita sin querer queriendo la forzada candidatura de Mario López Valdez a la gubernatura, cayendo en cuenta el prófugo del PRI al cuarto para las doce del error de la irreversible traición a sus siglas de origen, al no computar juntos el resto de las organizaciones satélites, PRD, Convergencia y aún el rajado PT, ni el cuarenta por ciento de la preferencia electoral de los sinaloenses.

HÉCTOR MELESIO CUEN

Con el agravante de retener para sí el PAN casi la totalidad de las candidaturas al Congreso y los ayuntamientos, negándole al endeudado ferretero del romántico logotipo del corazón ---tampoco normal en tierra de hombres recios---, posiciones claves para sustentar eventual triunfo, verbigracia la plaza de Culiacán donde López Valdez propone al polémico cacique de San Lorenzo, e ídem infidente tricolor Jesús Manuel Patrón Montalvo, sosteniéndose la nomenclatura albiceleste en voz del jerarca nominal Francisco Solano Urías en la figura de Eduardo Ortiz, a escasas horas de terminar éste jueves la cúpula con la airada discusión.

EL DEBATE CUSTODIADO POR EL EJÉRCITO
En la confrontación pierde el panismo con la tardanza, terminado el tiempo legal de las precampañas, indecisión aprovechada magistralmente por el abanderado del PANAL y Revolucionario Institucional, Héctor Melesio Cuén, encaramado el ex rector con diez puntos sobre quien le pongan enfrente, ante la paranoia de los porros de papel coloreado, alegando no debe el Alma Mater involucrarse en política, sin mayor argumento al de enfilar al más espantoso de los ridículos.

CALDERÓN, FIDEL VELÁZQUEZ Y SILVESTRE PÉREZ LORENZ
¿Acaso porque El Debate ---objeto en los últimos años de par de atentados por sus excesos, rogando sin rubor la custodia del Ejército---, no considera a los estudiantes de la Universidad Autónoma de Sinaloa merecedores del legítimo derecho de votar y ser votados, y/o decidir en marco de libre albedrío el destino de su comunidad ?

JOAQUIN LÓPEZ Y PEDRO VARGAS
Alega por ejemplo el desempleado político Guillermo Aarón Sánchez ---paisano por cierto, oriundo de Ciudad Obregón, refugiado en la nobleza del periodismo, receptor de todo, incluidos los rufianes de la letra de molde---, la nueva ley orgánica fue diseñada precisamente con el objeto de erradicar el enorme daño académico que provocó la excesiva politización de la vida universitaria.

DON ALFONSO Y TOÑICO PINEDA
Obviamente, ni siquiera se dio cuenta el improvisado columnista de aludir directamente a su comparsa a sueldo, el igualmente ex rector Jorge Medina Viedas, y el desgarriate dejado en la UAS, radicando el miedo real en el peso de 108 mil estudiantes y 12 mil profesores concentrados en la mencionada casa de enseñanza superior.

MANUEL CAMACHO, JESÚS ORTEGA Y LUIS WALTON, ESPERABAN MÁS DESTOS DE MALOVA
Entrados en gastos, al rato se van alcanzar la puntada negarle al gobernador Jesús Alberto Aguilar Padilla hasta su innegable e irrenunciable militancia priísta, obvia en un ciudadano y hombre de bien, con la misma capulina propuesta de coartar la libertad de expresión de radio UAS, evocando al inolvidable ejecutivo, también emanado del proletariado, Alfonso Genaro Calderón Velarde, y su vigente expresión de, quieren estos cabrones el taste para ellos solos.
La nominación misma de don Alfonso fue hace exactamente 36 años una sorpresa y golpe demoledor para enquistados intereses locales, surgiendo Calderón merced a las habilidades del entonces poderoso Fidel Velázquez Sánchez, poniendo a los pies del presidente Luis Echeverría el apoyo de la Confederación de Trabajadores de México, ante la indignación del sector empresarial del país, principalmente el Grupo Monterrey, dolidos por el violento fin del totémico líder industrial Eugenio Garza Sada, asesinado en pleno centro de la capital neoleonesa en intento de secuestro por un comando de la Liga 23 de Septiembre.
Aquel 17 de septiembre el crimen cimbró las estructuras del sistema con la andanada de vituperios de los iniciativos privados y vista la turbiedad imperante, don Fidel salió al paso, afirmando ante Echeverría, señor presidente, el movimiento obrero de México, está con usted, pasando al poco la factura del alineado proletariado, al grado de sacrificar el jefe de la Nación al enfilado gallo Gilberto Ruiz Almada, quien todavía el 28 de marzo de ese año, aseguró al periodista Antonio Pineda Gutiérrez, mi asunto es un hecho y para ello requiero que tus colegas empiecen a calentar el ambiente a mi favor.
El amarrado precandidato, apodado Caminante—primo hermano de Javier Robinson Bours Almada, padre del reciente gobernador de Sonora, José Eduardo Robinson Bours Castelo—, se relamía con el regreso triunfal, después salir tres lustros atrás en no buenos términos de la dirección de obras públicas del ayuntamiento de la capital en la administración del alcalde Emilio Aguerrebere, escudándose en la ciudad de México con Echeverría, en cuyo mandato ascendió a subsecretario de ejecución fiscal de Hacienda, y luego, en premio de consolación lo mandó en 1976 al Senado.
El experimentado jerarca tejió fino, siendo la versión del respectivo ministro del interior, Mario Moya Palencia, un día sorpresivamente llegó a Gobernación a solicitar verme, en comportamiento de lo más humilde que pudiera existir, estando por demás está decir que Velázquez tenía derecho de picaporte y, consecuentemente, su conducta tenía que despertar recelo, por lo que al avisarme la secretaria salí rápidamente y lo pasé a mi oficina privada, reclamándole, don Fidel, usted no tiene por qué solicitar audiencia en esta secretaría; estoy a sus órdenes.
Según Moya, el líder de la CTM no modificó su actitud al decirle, es que vengo a pedirle un favor, Mario, solicitar por su conducto una audiencia al señor presidente de la república, reiterándole, pero si usted es recibido por él cuando le place, estando las puertas de Los Pinos siempre abiertas para usted; ¿por qué va usted a necesitar ahora mi intervención? Nos ofende, don Fidel.
El viejo cetemista continuó hablando, inalterable y apenas audible el tono, enseñando retorcido colmillo, al explicar, la verdad es ésta, Mario: en Sinaloa ya está encima el cambio de gobernador y yo quiero pedirle al señor presidente la responsabilidad para uno de nuestros mejores líderes, Alfonso G. Calderón, y por eso quiero suplicarle que sea usted el conducto para mi audiencia.
En cuanto el septuagenario se retiró, el funcionario salió disparado a informarle al mandatario, don Fidel va a pedirle la gubernatura para Calderón, exclamando jubiloso Echeverría, pues ya tenemos resuelto el caso Sinaloa, añadiendo sin perder el entusiasmo, un problema menos y ni usted ni yo metimos las manos; dígale a don Fidel que venga cuando guste, olvidándose al instante y por completo de Ruiz Almada.
Al día siguiente, otra vez Velázquez se presentó inesperadamente en Gobernación, aunque por supuesto que Moya Palencia lo llamó antes varias vece s a la CTM, y sospechosamente, siempre le contestaron, acaba de salir, e informándole personalmente de la espera del presidente, don Fidel dio salida a la contenida satisfacción, comentando, gracias Mario; así que Calderón será gobernador ¿no?
Amoscado, el ministro del interior indagó, ¿por qué tan seguro, don Fidel?, y el viejo lobo en esos andares, repuso, elemental, Mario. Yo sabía que usted se lo iba a comentar al Presidente y si él me concede la audiencia, júrelo que no es para decirme que no, ¿ o no lo cree así?, y siguiendo instrucciones fue Calderón quien se presentó en Los Pinos donde escuchó del inquilino en turno las palabras mayores y, precisando Echeverría, pero no me dé las gracias a mí, sino a don Fidel, pero además todavía no lo comente, tarea imposible para el temperamental hombre nacido el 19 de septiembre de 1919 —gente de intelecto agudo, ordenado, discernidor y sobresaliente en la esgrima mental, consigna el zodiaco—, en el poblado Calabacillas del distrito de Guadalupe y Calvo, enclavado en la vecina Chihuahua.
Previo al destape, contrariando la sugerencia de Echeverría, Alfonso Genaro viajó raudo y veloz a la tierra adoptiva a propalar la lotería ante quienes quisieron escucharlo —¿te has vuelto loco?, lo reprendió en Los Mochis el compadre restaurantero y ex diputado local, Joaquín Churretas López,—, e ídem presentándose a obtener la venia de el mandante en turno, Alfredo Valdés Montoya, ante lo cual, incrédulo, el gobernador le designó interlocutores a Ernesto Ortegón Cervera, Mariano Carlón López y José Abraham Lichter Salido.
En resumen, por Calderón no apostaba ni Gustavo Astengo Almeida, el chofer de su guayina Rambler, a bordo de la cual el cetemista recorría el estado, después de largas antesalas en el despacho del secretario de Gobierno, Álvarez Farber, para obtener el subsidio oficial, y los consabidos vales de gasolina con el director de relaciones públicas, Lichter.
Pineda Gutiérrez, subdirector de El Sol de Sinaloa había sido coptado por el delegado general del ejecutivo nacional del PRI, Luis Marcelino Farías y al insinuarle éste apoyos monetarios, el periodista se los cambió por la exclusiva del tapado, y llegado el momento, el regio —entonces, reciente gobernador interino de Nuevo León—, le pasó el tip de la inminente nominación de Calderón, pero Toñico no le creyó y hasta se burló de la especie, convencido de la proyección de Ruiz Almada, y sobre todo, leal al compromiso de la carta del ejecutivo, el secretario de Desarrollo, Ortegón Cervera.
Alzando los puños al cielo, ¡pinche, negro¡, tronó trabado Calderón al desayunarse leyendo la columna incrédula Carrousel, de Pineda, firmada con el seudónimo de Juan Soles.
Desgraciadamente, es la misma reacción de siempre, a punto de estrellarse en 2010 por enésima ocasión ante la fortaleza del sistema a quienes los priístas no le pierden la fé, porque es este un pueblo sin hambre, difícil de dominar, y de eso ya se dieron cuenta Manuel Camacho, coordinador de alianzas, Jesús Ortega del PRD y Luis Walton de Convergencia, regresando a echarle a Malova ni un lazo, visto el agandalle de posiciones del aún fracturado PAN, burlándose hasta de las estrategias de su propio candidato hechizo a gobernador.

Dios los bendiga.
a_olais48@hotmail.com