HERMOSILLO.- Aarón Orcí Falcón, de 30 años, hijo del agente de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal, Jesús Orcí Martínez, suspendido por el asunto del “Cuarto Pasajero”, registrado en septiembre de 2004, resultó lesionado de cuando menos un balazo el abdomen, tras discutir con un sujeto por cuestiones monetarias, se informó.
JUAN MANUEL PORTILLO GUEVARA, DIRECTOR DE SEGURIDAD PUBLICA MUNICIPAL DE NOGALES, SONORA
Asimismo, se indicó que Aarón Orcí Falcón, hijo del agente policial mencionado y María Teresa Falcón, fue trasladado por sus compañeros al Centro Internacional de Medicina Avanzada (CIMA), donde los médicos inmediatamente lo sometieron a una intervención quirúrgica para salvarle la existencia, reportándose en extrema gravedad, por lo que temían un fatal desenlace de un momento a otro, mientras que los acompañantes quedaron a disposición del AMPFC encargado del caso, se añadió.
ANTECEDENTES DEL "CUARTO PASAJERO"
Como se publicó oportunamente, lo del “Cuarto Pasajero” ocurrió la alrededor de las 01:25 horas del pasado sábado 11 de septiembre de 2004, cuando los agentes municipales Sara Guadalupe Medina Acuña, José Antonio Zepeda Rodríguez, Juan Cruz Cancio, Javier Cuen Quintero y Jesús Orcí Martínez, detuvieron a cuatro sujetos en poder de un arsenal de uso reservado al ejército y las fuerzas armadas.
JESUS GABRIEL DEL CID ENCINAS, SUPERVISOR GENERAL DE LA POLICIA PREVENTIVA Y TRANSITO MUNICIPAL DE HERMOSILLO
En aquella ocasión, cuando la dirección de la corporación hermosillense recaía en Sergio Encinas Meléndrez y Juan Manuel Portillo Guevara, ante el juez calificador los agentes mencionados pusieron a su disposición a Daniel Irene Enríquez Parra y/o Eduardo Márquez Fragoso (miembro de la familia de narcos conocidos como “Los Números”, ultimado en enero siguiente en Tijuana), Ramón Robles Trujillo, Octavio Ortiz Araujo y Santiago Aragón Alvarez y/o Saúl Armando Alvarez Cruz, de 25, 27, 20 y 29 años.
Lo anterior tras capturarlos en poder de tres metralletas “Cuerno de Chivo” y una “AR-15”, 260 cartuchos de diferentes calibres y una bolsa con diez gramos de cocaína, así como al cuarto de ellos se le encontró una cedula que lo acredita como abogado y una credencial de la PGR, donde se asienta que es agente de la AFI, todo ello tras golpear con una pistola la frente de un jovencito en el centro nocturno Neo.
Asimismo, se agregó que alrededor de las 01:25 horas se reportó que en el mencionado sitio había sido agredido el jovencito Jesús Alexis Valencia Encinas, de 18 años, a quien se le trasladó al hospital “Doctor Fernando Ocaranza”, del Issste, donde se le atendió de una herida contuso cortante en la frente y traumatismo cráneo encefálico, provocado al parecer con un pistoletazo asestado por uno de los cuatro detenidos en aquella ocasión.
Inmediatamente después arribó una de las radio patrullas a las calles Juárez y Tamaulipas, donde se encuentra el establecimiento, donde el lesionado señaló a los ocupantes del Nissan “Maxima”, cuatro puertas, gris plata, modelo 2005, serie 1N4BA41E44C897272, placas VUM-16-66, como los agresores, por lo que se encaminó al automóvil.
En ese momento se bajó el sujeto que se encontraba en el asiento delantero derecho (Santiago y/o Saúl Armando), diciéndoles a los policías que “no había problema” y que el chofer (Jesús Octavio) se “iba a portar bien con ellos”, haciéndoles señas de que se trataba de dinero, “pero que nada mas les pedía que no los molestaran”, por lo que por reiterada ocasión les ordenaron que descendieran, para que en ese momento uno de los oficiales se percatara que el sujeto de la parte trasera (Ramón) portaba una metralleta, con la cual le apuntaba, mientras que al chofer se le observó una escuadra fajada en la cintura.
En ese momento se procedió a solicitar el apoyo del resto de los elementos en servicio, por lo que el “copiloto” abordó rápidamente la unidad para salir con marcado exceso de velocidad rumbo al norte y enseguida enfilar por el boulevard Rodríguez, hasta entroncar con el Morelos, por donde siguieron hasta el Justo Sierra y de ahí al Periférico Oriente, para que en ese momento fueran alcanzados por una de las radiopatrullas, cuyos oficiales fueron amagados con la metralleta, para que en ese sitio el chofer frenara intempestivamente, lo que provocó que el oficial Juan Cruz Cancio, tripulante de la unidad 194 perdiera el control para impactarse contra un poste del alumbrado público y enseguida los tres sujetos bajaron a toda carrera para tratar de perdérseles de vista en el monte colindante con la colonia Pitic.
Rápidamente y tras una corta persecución fueron detenidos metros delante de donde dejaron el vehículo, en cuya cabina se encontró la metralleta AR-15, calibre 5.56 mm, abastecida con un cartucho en la recámara y 42 en el cargador, todos ellos del calibre .223
Asimismo, en la cajuela del automóvil fueron encontrados tres metralletas AK-47, calibre 7.62 por 39 mm, la primera con 29 cartuchos, la segunda con 30 y la tercera con 55, así como una bolsa pequeña con 17 cartuchos sueltos del .223, uno del .22, un cargador con 28 y oro con 29 cartuchos del .223, dos para escuadra .38 Súper con 18 cartuchos y uno mas para 9 mm con 10 unidades.
De la misma forma al revisar a los detenidos, a Santiago se le encontró una bolsa de plástico con diez gramos de cocaína, una credencial o cédula profesional expedida por la SEP el pasado 22 de abril de 2003 que lo acredita como “licenciado en derecho”, además de una credencial de elector con el domicilio de Abeto número 125, colonia Valle Verde, en Ciudad Obregón, así como una credencial de la PGR que lo acredita como agente de la AFI, todas ellas con su fotografía pero con el nombre de “Saúl Armando Alvarez Cruz”, vigente esta última hasta el próximo enero de 2006, según folio 5367019.
Esa misma noche por razones desconocidas, aunque extraoficialmente se mencionó que era por la entrega de un millón de dólares, Daniel Irene Enríquez Parra (a) “El 16”, quedó en absoluta libertad, mientras que sus compañeros eran turnados a la PGR, donde tras ejercitárseles acción penal fueron internados en el Cereso Uno, de donde mas tarde lograrían también su libertad.
Por dicha causa, los agentes mencionados fueron suspendidos en sus funciones, así como el oficial Jesús Gabriel del Cid Encinas, quien luego de un año a salto de mata se le ejecutó la orden de aprehensión, de donde tras salir absuelto se le reinstaló en la corporación, donde actualmente desempeña el cargo de supervisor general.
Asimismo, dicha liberación causó la renuncia de Sergio Encinas Meléndrez y Juan Manuel Portillo Guevara, actual funcionario de la Secretaría de Seguridad Pública del Estado y candidato a dirigir la Comisión Estatal de Derechos Humanos el primero, y director general de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal de Nogales el segundo.