* Maniobran los Dictámenes Médicos de los Punibles
Alfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Durante una visita sorpresa a las Jefaturas de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se detectaron algunas corruptelas en el Servicio Médico Legal al momento de certificar a los conductores que se presume se encuentran punibles, así como el mal actuar de policías.
Se agregó que que el pasado fin de semana personal de la CEDH recorrió las distintas zonas en que se haya dividida la ciudad, con lo que se pudo constatar algunas prácticas ilegales de los policías.
Se llevó a cabo una campaña permanente de supervisión en retenes policíacos y en todas las comandancias de policía de esta capital, y en esta ocasión se detectaron algunas graves irregularidades en el actuar del Servicio Médico y policías municipales que podría derivar en una posible privación ilegal de la libertad.
El caso se presentó en la zona cinco en la colonia Nuevo Hermosillo alrededor de la una de la mañana del sábado cuando los agentes presentaron ante el Médico Legista a un joven de 25 años presuntamente por conducir después de haber ingerido bebidas embriagantes.
“El médico legista le realizó la prueba del alcoholímetro misma que registró 0.78 grados, 2 centésimas por debajo del límite para ser considerado `punible´ que es de 0.80 grados de alcohol en la sangre, por lo que el mismo médico le dio la salida correspondiente y esta diferencia no indica un error, sino un acto premeditado.
Posteriormente, media hora mas tarde, se trasladó la comitiva de trabajo de la CEDH a la zona tres, donde al recorrer el área de barandilla y celdas, se dieron cuenta que el mismo joven estaba en calidad de detenido por conducir en estado de ebriedad de acuerdo a un segundo certificado médico practicado este en la zona uno, un procedimiento totalmente arbitrario que podría derivar en una privación ilegal de la libertad, se apuntó.
Posteriormente al entrevistar al aludido afirmó que fue detenido supuestamente por conducir en estado de embriaguez y llevado a la zona tres donde a falta de médico legista, el juez calificador dio la orden a los agentes de trasladarlo a la zona cinco para practicarle la prueba del alcoholímetro.
“Al parecer, a los policías no les gustó el resultado de la prueba por lo que determinaron llevar al joven al médico de la comandancia centro donde según los resultados, el alcoholímetro marcó 1.37 grados de alcohol y dicha prueba fue la que se le presentó al juez calificador de la zona tres y en base a ella, determinó la detención”, se explicó.
Lo grave del caso, manifestó el informante, “es que este tipo de prácticas o actitudes tanto de médicos legistas como de agentes de policía, provocan desconfianza en las autoridades de parte de los ciudadanos ya que demuestran poco profesionalismo al expedir certificados médicos de manera discrecional.
Además, esta detención muestra el dolo con el que los policías actúan en infinidad de ocasiones, acto que deja en estado de indefensión a los ciudadanos que se ven obligados a acatar el reglamento sólo por el gusto y placer de algunos agentes.
En este caso se evidencia que la expedición de dichos documentos se hace de manera discrecional y arbitraria o por satisfacción o decisión de los aprehensores, situación que vulnera los derechos humanos de los conductores que son detenidos por presuntamente transgredir el Bando de Policía y Buen Gobierno, externó.
Asimismo, se destacó que durante tres horas el personal a su cargo tomó el caso hasta lograr la liberación del joven que fue privado de su libertad.
Por lo anterior la CEDH tomó el caso por oficio, investigándose una posible privación ilegal de la libertad contra este joven que se comprobó, mediante el certificado médico, que no conducía su auto en estado de embriaguez aunque sí presentó aliento alcohólico, sin embargo, de acuerdo al Bando de Policía y Buen Gobierno, no amerita detención por lo que finalmente, a las 3:50 de la mañana, el joven quedó en libertad, manifestó.
Puntualizó que gracias a la intervención del personal de la CEDH que durante la campaña permanente de supervisión de retenes y operativos sorpresa en comandancias de policía, pudo constatar.
Resaltó la importancia de implementar una revisión exhaustiva al equipo utilizado por los médicos legistas para la implementación de estas pruebas, así como al calibraje de los alcoholímetros para evitar que se sigan presentando hechos.
Señalaron importante y oportuna colaboración del juez calificador, José Luis Ochoa, de la zona cinco y del coordinador de Jueces, Pánfilo López Pérez, quiénes en todo momentos estuvieron atentos al caso y giró las instrucciones correspondientes, añadió.
Alfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Durante una visita sorpresa a las Jefaturas de la Policía Preventiva y Tránsito Municipal por parte de la Comisión Estatal de Derechos Humanos se detectaron algunas corruptelas en el Servicio Médico Legal al momento de certificar a los conductores que se presume se encuentran punibles, así como el mal actuar de policías.
Se agregó que que el pasado fin de semana personal de la CEDH recorrió las distintas zonas en que se haya dividida la ciudad, con lo que se pudo constatar algunas prácticas ilegales de los policías.
Se llevó a cabo una campaña permanente de supervisión en retenes policíacos y en todas las comandancias de policía de esta capital, y en esta ocasión se detectaron algunas graves irregularidades en el actuar del Servicio Médico y policías municipales que podría derivar en una posible privación ilegal de la libertad.
El caso se presentó en la zona cinco en la colonia Nuevo Hermosillo alrededor de la una de la mañana del sábado cuando los agentes presentaron ante el Médico Legista a un joven de 25 años presuntamente por conducir después de haber ingerido bebidas embriagantes.
“El médico legista le realizó la prueba del alcoholímetro misma que registró 0.78 grados, 2 centésimas por debajo del límite para ser considerado `punible´ que es de 0.80 grados de alcohol en la sangre, por lo que el mismo médico le dio la salida correspondiente y esta diferencia no indica un error, sino un acto premeditado.
Posteriormente, media hora mas tarde, se trasladó la comitiva de trabajo de la CEDH a la zona tres, donde al recorrer el área de barandilla y celdas, se dieron cuenta que el mismo joven estaba en calidad de detenido por conducir en estado de ebriedad de acuerdo a un segundo certificado médico practicado este en la zona uno, un procedimiento totalmente arbitrario que podría derivar en una privación ilegal de la libertad, se apuntó.
Posteriormente al entrevistar al aludido afirmó que fue detenido supuestamente por conducir en estado de embriaguez y llevado a la zona tres donde a falta de médico legista, el juez calificador dio la orden a los agentes de trasladarlo a la zona cinco para practicarle la prueba del alcoholímetro.
“Al parecer, a los policías no les gustó el resultado de la prueba por lo que determinaron llevar al joven al médico de la comandancia centro donde según los resultados, el alcoholímetro marcó 1.37 grados de alcohol y dicha prueba fue la que se le presentó al juez calificador de la zona tres y en base a ella, determinó la detención”, se explicó.
Lo grave del caso, manifestó el informante, “es que este tipo de prácticas o actitudes tanto de médicos legistas como de agentes de policía, provocan desconfianza en las autoridades de parte de los ciudadanos ya que demuestran poco profesionalismo al expedir certificados médicos de manera discrecional.
Además, esta detención muestra el dolo con el que los policías actúan en infinidad de ocasiones, acto que deja en estado de indefensión a los ciudadanos que se ven obligados a acatar el reglamento sólo por el gusto y placer de algunos agentes.
En este caso se evidencia que la expedición de dichos documentos se hace de manera discrecional y arbitraria o por satisfacción o decisión de los aprehensores, situación que vulnera los derechos humanos de los conductores que son detenidos por presuntamente transgredir el Bando de Policía y Buen Gobierno, externó.
Asimismo, se destacó que durante tres horas el personal a su cargo tomó el caso hasta lograr la liberación del joven que fue privado de su libertad.
Por lo anterior la CEDH tomó el caso por oficio, investigándose una posible privación ilegal de la libertad contra este joven que se comprobó, mediante el certificado médico, que no conducía su auto en estado de embriaguez aunque sí presentó aliento alcohólico, sin embargo, de acuerdo al Bando de Policía y Buen Gobierno, no amerita detención por lo que finalmente, a las 3:50 de la mañana, el joven quedó en libertad, manifestó.
Puntualizó que gracias a la intervención del personal de la CEDH que durante la campaña permanente de supervisión de retenes y operativos sorpresa en comandancias de policía, pudo constatar.
Resaltó la importancia de implementar una revisión exhaustiva al equipo utilizado por los médicos legistas para la implementación de estas pruebas, así como al calibraje de los alcoholímetros para evitar que se sigan presentando hechos.
Señalaron importante y oportuna colaboración del juez calificador, José Luis Ochoa, de la zona cinco y del coordinador de Jueces, Pánfilo López Pérez, quiénes en todo momentos estuvieron atentos al caso y giró las instrucciones correspondientes, añadió.