JESUS "EL CHUKY" GASTELUM PEÑUÑURIAlfonso CAMPOS-RUBIO
HERMOSILLO.- Jesús Gastélum Peñúñuri (a) “El Chuky”, de 47 años, fue detenido la mañana del sábado por los agentes municipales tras comprobársele que en su expediente criminal contaba con una orden de aprehensión por homicidio simple intencional en agravio de quien respondiera al nombre de Francisco Abel Contreras Romero, de 29 años, por cuyo motivo en aquellas fechas los elementos de la extinta PJE encarcelaron a Arturo Alan Tapia Gaxióla (a) “El Sapo” y Manuel Ramón Licón Moreno (a) “El Toby”, informó el comandante Rivelino Mendoza Ruiz.
HERMOSILLO.- Jesús Gastélum Peñúñuri (a) “El Chuky”, de 47 años, fue detenido la mañana del sábado por los agentes municipales tras comprobársele que en su expediente criminal contaba con una orden de aprehensión por homicidio simple intencional en agravio de quien respondiera al nombre de Francisco Abel Contreras Romero, de 29 años, por cuyo motivo en aquellas fechas los elementos de la extinta PJE encarcelaron a Arturo Alan Tapia Gaxióla (a) “El Sapo” y Manuel Ramón Licón Moreno (a) “El Toby”, informó el comandante Rivelino Mendoza Ruiz.
ARTURO ALAN "EL SAPO" TAPIA GAXIOLA
El jefe de la Policía Preventiva Municipal agregó que Contreras Romero, quien tenía su domicilio en la calle Leovigildo Gómez número 115, colonia Pimentel, fue ultimado la noche del viernes 16 de noviembre de 2007, tras de que llegara a la vivienda ubicada por las rúas General Plutarco Elías Calles número 186, entre Zafiro y Rubí, colonia Piedra Bola, donde los ahora tres detenidos ingerían bebidas embriagantes y al parecer se drogaban, uniéndose el hoy occiso a la “fiesta”.
MANUEL RAMON "EL TOBY" LICON MORENO
Momentos después bajo el influjo de las sustancias, “El Sapo” discutió con Francisco Abel por añejos problemas derivados del robo de una caja d herramientas, suscitándose una riña entre ellos, gresca en la cual también intervinieron “El Chuky” y “El Toby”, golpeándolo este último en repetidas ocasiones con el grueso imán de una bocina de gran tamaño, provocándole fracturas y hundimientos en la bóveda cráneana, lo cual provocó quedara exánime, cuyas lesiones le ocasionaron la defunción minutos mas tarde.
Momentos después al verlo que respiraba con dificultad, en lugar de prestarle los primeros auxilios, el trío de hampones procedió a atarlo de pies y manos con pedazos de camiseta, para enseguida encajuelarlo en un automóvil sedán, llevándoselo por la carretera a Sahuaripa hasta el kilómetro 32, donde lo dejaron abandonado como a unos quince metros de la carpeta asfáltica, donde fue localizado alrededor de las 13:30 horas del sábado 17 de noviembre de 2007, depositándosele sus restos mortales en el anfiteatro local en calidad de desconocido.
Posteiormente, para el sábado 24 de noviembre del mismo año, los agentes de la desaparecida Policía Judicial del Estado, al mando del comandante Ricardo Ernesto Sobarzo Ortiz, lograron el esclarecimiento de los hechos, lográndose además la aprehensión de Arturo Alan “El Sapo” Tapia Gaxióla, domiciliado en General Plutarco Elías Calles 188, entre Nueve y Diez, así como la de Manuel Ramón “El Toby” Licón Moreno, residente de Onix 98, entre Esmeralda y Diamante, ambos de la colonia Piedra Bola, a quiénes días después se les ejercitó acción penal, internándoseles en el Cereso Uno, donde se encuentran actualmente, mientras que Jesús “El Chuky” Gastélum Peñúñuri alcanzaba a darse a la fuga en aquellas fechas.
En cuanto a la captura de “El Chuky” Gastélum Peñúñuri, esta se llevó a cabo alrededor de las 10:15 horas del sábado pasado en las calles Jesús Arvayo y Praderas, colonia del mismo nombre, donde los agentes municipales lo detectaron en actitud sospechosa.
Inmediatamente después se le cuestionó sobre su presencia en dicho lugar, contestándoles a los agentes que la vivienda es propiedad de su cuñada, en la cual realizaría algunas reparaciones de albañilería, revisándolo corporalmente, sin encontrarle nada irregular, pero al cotejar su identidad con el banco de datos, arrojó la existencia de la mencionada orden de aprehensión, expedida por el Juzgado Sexto del Ramo Penal, el pasado cinco de diciembre de 2007, para enseguida recluírsele en el Cereso Uno, donde era esperado por sus compañeros delictivos, añadió Rivelino Mendoza Ruiz.
Momentos después al verlo que respiraba con dificultad, en lugar de prestarle los primeros auxilios, el trío de hampones procedió a atarlo de pies y manos con pedazos de camiseta, para enseguida encajuelarlo en un automóvil sedán, llevándoselo por la carretera a Sahuaripa hasta el kilómetro 32, donde lo dejaron abandonado como a unos quince metros de la carpeta asfáltica, donde fue localizado alrededor de las 13:30 horas del sábado 17 de noviembre de 2007, depositándosele sus restos mortales en el anfiteatro local en calidad de desconocido.
Posteiormente, para el sábado 24 de noviembre del mismo año, los agentes de la desaparecida Policía Judicial del Estado, al mando del comandante Ricardo Ernesto Sobarzo Ortiz, lograron el esclarecimiento de los hechos, lográndose además la aprehensión de Arturo Alan “El Sapo” Tapia Gaxióla, domiciliado en General Plutarco Elías Calles 188, entre Nueve y Diez, así como la de Manuel Ramón “El Toby” Licón Moreno, residente de Onix 98, entre Esmeralda y Diamante, ambos de la colonia Piedra Bola, a quiénes días después se les ejercitó acción penal, internándoseles en el Cereso Uno, donde se encuentran actualmente, mientras que Jesús “El Chuky” Gastélum Peñúñuri alcanzaba a darse a la fuga en aquellas fechas.
En cuanto a la captura de “El Chuky” Gastélum Peñúñuri, esta se llevó a cabo alrededor de las 10:15 horas del sábado pasado en las calles Jesús Arvayo y Praderas, colonia del mismo nombre, donde los agentes municipales lo detectaron en actitud sospechosa.
Inmediatamente después se le cuestionó sobre su presencia en dicho lugar, contestándoles a los agentes que la vivienda es propiedad de su cuñada, en la cual realizaría algunas reparaciones de albañilería, revisándolo corporalmente, sin encontrarle nada irregular, pero al cotejar su identidad con el banco de datos, arrojó la existencia de la mencionada orden de aprehensión, expedida por el Juzgado Sexto del Ramo Penal, el pasado cinco de diciembre de 2007, para enseguida recluírsele en el Cereso Uno, donde era esperado por sus compañeros delictivos, añadió Rivelino Mendoza Ruiz.
