domingo, 16 de mayo de 2010

HOJAS SUELTAS

El sacrílego vodevil

Alejandro OLAIS-OLIVAS

CULIACAN.- De plano, El Debate se salió, como dicen los chavos, al calcular 45 mil asistentes - ¿ a cuánto per cápita, la interesada e irresponsable alegoría en letra de molde ?-, al mitin sabatino del candidato de la traición, Mario López Valdez, en un espacio donde sencillamente no cabía semejante muchedumbre, acarreada en decenas de autobuses provenientes de todos los confines de la entidad a ver bailar al ferretero tríquis con el mercenario boxeador Jorge ‘Travieso’ Arce, y escuchar promesas igual de desfasadas, escuchándose entre el público genial ironía: de lengua me como un plato.

VIZCARRA LE DIO SERIEDAD EN LOS MOCHIS A SU FORO DE SALUD, CON LA PRESENCIA DE JESÚS KUMATE RODRÍGUEZ.
Mayor cordura le imprimió el mismo Día del Maestro el galló tricolor Jesús Vizcarra Calderón en Los Mochis, donde sin despeinarse juntó alrededor de 15,000 almas reales, volcados sus simpatizantes en el bulevar ‘Rosendo G. Castro’, repitiéndose el truco en Guasave, ante cuya multidinaria audiencia reiteró, ‘los míos son compromisos serios, no palabritas ni rollos’, y en ese tenor, el populacho proclama, ‘ vamos a ver de qué color tiñe el verde’

EL ‘TRAVIESO’ ARCE LA JUGÓ Y PERDIÓ CON EL PRI EN SONORA-2009, RENTÁNDOSE AHORA Y AQUÍ AL MEJOR POSTOR.
Avaló el dicho la presencia en la reunión de salud, del doctor Jesús Kumate Rodríguez, ex ministro federal del ramo y como celebridad, ícono y orgullo mazatleco, en tratándose de abordar un tema vital para el bienestar de los sinaloenses, y para regocijo del respetable, distante de joterías, ídem invitó a la monumental conductora de Televisa, Galilea Montijo, contraste abismal con la contratación del ‘Travieso’, recordado el púgil en el vecino Sonora por su alineación, vía una millonada de pesos, con el derrotado abanderado priísta de 2009, Alfonso Elías Serrano.

PARA EL REGOCIJO VARONIL, EL CANDIDATO TRICOLOR TRAJO A SU GIRA POR EL NORTE A LA MONUMENTAL GALILEA MONTIJO.
En el vodevil de López Valdez no apareció el anunciado ariete presidencial perredista Marcelo Ebrad, ni su homólogo de Baja California Sur y compañero en las filas del PRD, Narciso Agúndez, sin dejarse ver, ni entrevistar, si acaso vinieron, Guillermo Padres Elías, de Sonora, y José Guadalupe Osuna, de Baja California Norte, preocupados esa tarde en cosas más importantes, por ejemplo la violenta desaparición del emblemático panista Diego Fernández de Cevallos, de su rancho de Querétaro.
Víctima de la sicosis imperante por lo ocurrido al ‘Jefe Diego’ – ojalá y sea secuestro económico, pues Carlos Salinas de Gortari, lo dejó bien forrado de lana, al comprar al PAN el ex de las orejas de ratón, a raíz de la todavía polémica de la elección presidencial de 1988, y en 1994 ‘enfermándolo’ al cuarto para las doce, para dejar ganar a Ernesto Zedillo, después de barrer el barbado en el debate televisivo al Neto y Cuahutémoc Cárdenas-, entendible además, la gallineta albiceleste en la cámara de diputados, Josefina Vázquez Mota, se soltó el pelo criticando al presidente Felipe Calderón, con las mismas palabras del ‘Maquiíto’ Manuel Clouthier, afirmando, ‘ el gobierno no ha hecho lo suficiente contra el narco en Sinaloa’, hablando evidentemente de delitos federales.
Descartado el lapsus, la ‘Chepina’ traía ganas de tirarle cacayacas a Felipe, toda vez, siendo la dama invento de Vicente Fox, fue corrida vergonzosamente de la secretaría de Educación Pública, donde sencillamente no pudo con la influencia ante Calderón de la maestra Elba Esther Gordillo Morales, pero hasta ahora tuvo Vázquez Mota la oportunidad de vengarse, aprovechando el viaje del presidente a España, como si el de la banda al pecho no fuera a enterarse.
Lo grave fue como esta vez, la calentura de ‘Malova’ no tuvo límites, y en sacrílego desplante activistas de su pandilla profanaron la Catedral del Rosario, cambiando las hojitas parroquiales de misa por volantes con la entrevista de Fortunato Álvarez Castro. publicada el 5 de mayo reciente en El Debate- como está muy caro el aumento al tabloide en 12 pesos ejemplar, prefiriendo los pobres comprar con cincuenta centavos menos un kilo de tortillas, seguramente es una desesperada estrategia de circulación de Ildefonso Salido-, donde el renegado priísta patea el pesebre.
Forzado gobernador interino e ídem por Mario Moya Palencia en la alcaldía de Culiacán hace exactamente 35 años, la senilidad – en 1967 tenía 36 años-, despotrica Fortunato, dolido, lo reconoce en el bodrio, porque en el PRI Cenovio Ruiz no le cumplió con la oficina prometida, y barre con todo, y todos, reclamándole a la lideresa nacional del Revolucionario Institucional, por obligarlo a morderle la mano a su paisano Enrique Jackson, votando por ella.
Como si el traicionar no fuera una decisión estrictamente personal, olvidando por otra parte Álvarez Castro el acotado interinato gubernamental, pues Leopoldo Sánchez Celis no soltó las riendas ni agonizando, tras verse en la imperiosa necesidad de ceder la estafeta constitucional al joven secretario de gobierno, a quien terminaría echando del gabinete por faltarle al respeto al honor de un ser querido, aguantando la bilis, a un tris de ordenar matarlo al gatillero Antonio ‘Murciélago’ Arámburo.
Fue imprevista circunstancia para ‘Polo’ abandonar transitoriamente el poder cuando víctima de una enfermedad intestinal complicada, fue trasladado de urgencia a Houston, Texas, en enero de 1967, mediando permiso de 28 días, del Congreso del Estado. La intervención quirúrgica en el nosocomio norteamericano fue un fracaso, empeorando la salud de Polo, y prendiéndose la alarma de la clase política al vencerse el término concedido, afloró el talento del presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Alberto Sánchez González, sugiriendo providencial bastaría pisara el gobernador el solar sinaloense, para renovar la licencia, y en virtud de lo ocurrido en gringolandia, lo movieron al Centro Médico Nacional.
Así, hizo escala en Mazatlán, sólo para bajar don Leopoldo un pie del avión y literalmente tocar tierra, dado su dramático estado de debilidad, siendo en la capital mexicana donde los médicos del Seguro Social atinaron en la solución clínica, más fue inevitable nombrar un sustituto de 60 días, tiempo estimado de la convalecencia, y lo cubrió Fortunato, a partir del 27 de febrero de dicho 67, al rehusar Manuel Lazcano Ochoa el privilegio por lealtad a Sánchez Celis, anteponiendo el deber de permanecer en su sitio controlando el poder legislativo.
El siguiente ejecutivo, Alfredo Valdés Montoya tampoco confió en Fortunato, optando por Mariano Carreño Carlón al palomear el ayuntamiento capitalino, a donde Álvarez Castro arribó finalmente en 1975, después de bronca fenomenal con Alfonso Genaro Calderón Velázquez, quien, adivinando el viejo zorro la madera de plátano del interfecto – porque se dobla fácilmente-, le ofreció una diputación local.
El aludido explotó con un, ¡mejor miénteme la madre, don Alfonso!, y raudo y veloz fue a llorarle a su cuate de la Universidad Nacional Autónoma de México, a la sazón secretario de Gobernación, y como Moya Palencia había sido el conducto de Fidel Velázquez, para litigar ante Luis Echeverría la gubernatura de Calderón, el dirigente proletario no pudo negarle el favorcito al ministro del interior, y así se escribió la historia.
De donde entonces, los baños de democracia?, si siempre fue Fortunato, impuesto por los añejos métodos del hoy denostado sistema.

DIOS LOS BENDIGA.
A_OLAIS48@HOTMAIL.COM