domingo, 16 de mayo de 2010

LA REVOLUCIÓN EN MÉXICO

(Segunda y ultima parte)
Se reconoce a los extintos señores Talamante, como las tres primeras victimas más connotadas que Sonora aportó a la Revolución, y en esa virtud, deseando el Estado inmortalizar su nombre, lo ha adjudicado a dos edificios escolares modernos, que fueron construidos expresamente en las Ciudades de Sahuaripa y Navojoa.
A fines de Marzo, como la revolución tomara ya serios caracteres, principalmente en los Distritos de Ures y Arizpe, la Zona Militar destacó a esa región un competente número de tropas, en previsión de un nuevo descalabro como el que había sufrido el día 13 de ese mes, a inmediaciones del rancho del Rodeo, municipalidad de Cumpas, la pequeña columna del teniente coronel Luis Anguano, que pereció justamente con todos sus oficiales a manos de la gente de Cabral.
Se dio el mando de aquellas tropas a los coroneles Pedro Ojeda y Luis Medina Barrón, quienes en los días del 27 al 30 del mismo Marzo sostuvieron un reñido combate, derrotando a un fuerte núcleo de Maderistas que se hallaban posesionados en la Hacienda de San Rafael, cerca de Ures.
Nuevo revés sufrieron los revolucionarios el 9 de Abril, en el pueblo de Bacanuchi, y el 17, tropas al mando de los coroneles Reynaldo Díaz, Pedro Chiapa y Medina Barrón, recuperaron mediante un reñidísimo combate de dos días, la plaza de Agua Prieta, que desde el día 13 de Marzo se hallaba en poder de la reacción.
Otros muchos combates de escasa importancia se registraron en distintas partes del Estado, antes y después de la recuperación de Agua Prieta, hasta que por fin, decretada la suspensión de hostilidades a consecuencia de los convenios de advenimiento que se celebraban en Ciudad Juárez Chih., el 12 de Mayo fue evacuado el mineral de Cananea por las tropas federales ahí concentradas, y ocupado el día 13 por las fuerzas de Cabral.
En cumplimiento de aquellos convenios, el 25 de Mayo renunciaron de sus respectivos empleos los señores Díaz y Corral, entrando el 26 en ejercicio del Poder Ejecutivo de la Nación, el Lic. Francisco León de la Barra; el 27, fue aceptada por el Congreso de Sonora la dimisión hecha por los señores Luis E. Torres y Alberto Cubillas, de los puestos de Gobernador y Vicegobernador del Estado, designándose Gobernador Provisional al Lic. Avelino Espinoza; a otro día, este fue sustituido por Don Francisco de P. Morales, quien a su vez dimitió el 1º de Junio, nombrándose en su lugar al Ing. Eugenio H. Gayou; el 4 de Julio el Ing. Gayou fue reemplazado por Don Carlos E. Randall, y el 1º de Septiembre tomó posesión del Gobierno don José María Maytorena, electo para ejercerlo constitucionalmente en el periodo de 1911 a 1915.
El plan de San Luis Potosí, proclamado por Madero fue de carácter político y económico; en política, el sufragio efectivo y la no reelección, que no cumplió, imponiendo en la Vicepresidencia de la República al Lic. José María Pino Suárez. En lo económico, no resolvió el problema del trabajo y el salario, ni se hizo el reparto de tierras que se había prometido, y como consecuencia de todo surgieron las rebeliones de Emiliano Zapata, en Morelos, proclamando a fines de 1911 el Plan de Ayala, y las de Pascual Orosco, en Chihuahua, a principios de 1912, protestando por la imposición de Pino Suárez.
Ante el peligro eminente de una posible invasión orozquista, el gobierno de Sonora se dio prisa en organizar la defensa del Estado, proveyéndose de armas y formando con autorización del gobierno federal, el batallón irregular 3º. 4º, y 5º, de Sonora, más los cuerpos números 46º, y 47º, de Policía Rural de la Federación, estándose así en posibilidad de hacer fracasar la rebelión local, promovida en Cananea por los hermanos Ignacio y Rafael T. Romero, perdiendo este último la vida en su intento de apoderarse de la ciudad de Arizpe, y de repeler la agresión orozquista en Sahuaripa, Moctezuma, Baviácora, la Aurora y Alamos, prestándose además muy importante colaboración a las tropas que hacían la campaña en el vecino Estado de Chihuahua.
Los orozquistas que invadían a Sonora, vinieron al mando del General José Inés Salazar; a éste se unieron los cabecillas Sonorenses Antonio Campa, Jesús Trujillo y Antonio Roja, siendo destruidos totalmente por fuerzas del Estado al mando del Coronel Álvaro Obregón, en la hacienda de San Joaquín, Municipalidad de Fronteras, el 20 de Septiembre de 1912.
Posteriormente seguiremos con temas alusivos a episodios de la Revolución en donde nuestro Estado de Sonora fue parte fundamental, espero les gusten.
ROBERTO FLEISCHER HARO
EGRESADO DE LA IV GENERACIÓN DE LA ESCUELA DE POLICÍA
REGISTRO NACIONAL DE SEGURIDAD FEHR440205H26223583